Los fracasos interesantes (columna invitada)

Por Alejandro Gael Montiel

– ¿Que tiene que ver The Knife con la política italiana?

beppeknife

Con cuarenta minutos menos, Shaking The Habitual del dúo escandinavo The Knife sería una de los mejores álbumes de los últimos años. Más de un lustro después del magistral Silent Shout, los hermanos Karin y Olof Dreijer regresan con un denso álbum de 90 minutos, lleno por igual de brillante música electrónica y de cortes larguísimos llenos de estática, sonidos guturales y experimentos tediosos.

Mientras “A Tooth for an Eye” eriza la piel por su perfección, “Old Dreams Waiting To Be Realized” es una prueba de fé: ni los fans más fans de The Knife soportarán con gusto sus 19 minutos de sonidos atmosféricos. Así, el escucha pasa de la emoción y el bailoteo sabroso al aburrimiento y el vacío existencial de un track a otro.

Eso sí, precisamente por esos cambios radicales, como idea conceptual Shaking the Habitual es congruente desde el título. The Knife es famoso por sus ideas anti-comerciales, anti-mainstream y anti-todo. Sin embargo, uno se pregunta si hacer música intencionalmente inescuchable es la mejor manera de ser contundentes. Por ello, el nuevo disco de The Knife cae dentro de la categoría de obras que, de tan arriesgadas y ambiciosas, se quedan a medio camino: los fracasos interesantes.

Pero los suecos no son los únicos que fracasaron intentando “sacudir lo habitual” en Europa.

El partido Movimiento 5 Estrellas de Beppe Grillo tuvo una fuerte presencia en las elecciones italianas de febrero pasado y se colocó como el ala partidista de los “indignados italianos” (que si bien no son una filial de los españoles, cumplen con los dos adjetivos). Fue un intento de agitar la la política dialécticamente: siendo brutalmente anti-políticos.

Para empezar, Beppe Grillo no es un empresario, ni burócrata: es un comediante. Le habló directamente a una generación de jóvenes desencantados por la crisis económica y la incapacidad de sus gobernantes para solucionarla. El Movimiento 5 Estrellas apoya el libre acceso a internet, la democracia directa, la organización horizontal y las causas ecológicas, además de participar en la organización de un día dedicado amorosamente a los políticos: el “Día del vaffanculo”, que se traduce como “a tomar por culo”.

Fue por este mismo arrojo que los italianos le dieron una buena parte de sus votos en las urnas, y lograron un Parlamento totalmente dividido. Ni Silvio Berlusconi, ni el izquierdista Pier Luigi Bersani lograron la mayoría necesaria para tener un parlamento estable. La única manera de salir del enredo es a través de una alianza entre partidos. Bersani se niega a tratar con Berlusconi, así que la única alianza posible es Bersani-Grillo. Ante la negativa del M5E, la próxima legislatura de Italia se encuentra en stand by.

A estas alturas ya es evidente: al Movimiento parece importarle más enviar un mensaje que gobernar. Ante la posibilidad de un camino que podría imponer su agenda en el parlamento, prefieren la ausencia de camino.

Como a The Knife, a Grillo no se le puede acusar de incongruente. La idea era la radicalización y ambos la llevaron a sus últimas consecuencias. Y, como los músicos, Grillo tenía una propuesta interesante, pero lo superaron sus propias ambiciones. Si fueran menos ambiciosos, The Knife habría logrado una obra maestra y el Movimiento 5 Estrellas daría a los italianos desencantados un pie dentro de la política para poder transformarla.

Detrás de Shaking the Habitual y el Movimiento Cinco Estrellas hay una declaración de principios: lo único que importa es ser diferentes y desafiar las convenciones. Y también, al final, el Movimiento de Beppe Grillo resulta ser un fracaso interesante. La diferencia, claro, es que el grupo de música electrónica no tiene en sus manos el destino de un país.

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